miércoles, 27 de abril de 2011

EL VOTO ÚTIL

He decidido retener en mi memoria la historia de las distintas elecciones que se han celebrado en nuestra ciudad en esta democracia incipiente que nos ha tocado vivir a los españoles tras cuarenta años de dictadura. Tras esos 40 años, lógicamente, le tocó el turno gobernar La Línea de la Concepción al Partido Socialista Obrero Español, y digo lógicamente por aquello del cambio radical y por el mero hecho de romper drásticamente, muchas veces por papanatismo o por sed de venganza. El ser humano tiene algo de burro o de burra, ¡qué sé yo! Tras otorgar el bastón de alcalde al recordado Paco Niebla, después los nombres de Juan Carmona, Antonio Díaz Lara, Salvador Pagán…
Pero la ciudadanía se cansó de tanta demagogia, de tanta zalamería política y concedió la gobernabilidad al Partido Popular, pero sin la mayoría absoluta (un solo escaño de diferencia sirvió para tener que llevar el timón de la nave linense con una oposición dura que mantuvo a José Antonio Fernández Pons en un posicionamiento con muy baja maniobravilidad. Los ciudadanos estaban hartos de un letargo político bajo el emblema del PSOE y comenzó a producirse el cambio político tan ansiado por muchos para desesperación de los socialistas, pero…
Como un huracán impactó en La Línea el GIL (Grupo Independiente Liberal) que con una campaña de marketing impresionante ganó las elecciones con 17 escaños. Diríamos que la ciudadanía utilizó el voto útil, o mejor dicho el voto de la esperanza ante el letargo interminable de años de gobierno ambiguo y casi desolador. Debo escribir, y así lo hago, que Fernández Pons tuvo poco poder de maniobra al carecer de la tan ansiada mayoría absoluta. Más tarde, Juan Carlos Juárez se convirtió en líder indiscutible y barrió con 20 escaños bajo las siglas del Partido Popular y después con otra mayoría, pero no tan abultada (quince escaños). Y me resuena en mente una pregunta cargada de sinceridad: ¿Qué ocurrirá en las próximas elecciones municipales en nuestra ciudad? He ahí la cuestión. Días pasados pude leer en el prestigioso diario Europa Sur que el Partido Popular, según las encuestas, tiene bien ganada la mayoría absoluta, y lógicamente me puse a recordar el pasado que no cesa y puse mis cinco sentidos en el presente y futuro de La Línea… mi bendita ciudad, la ciudad tan maltratada a través de la historia por gobiernos de distintos signos y también por medios de comunicación que, guiados por una incomprensión maligna, vituperaban siempre, sin sentido, a los linenses sin límites de objetividad. Y recordando la historia que no se debe comprar con dinero, pensé que ha llegado el momento para que los linenses hagan uso de su voto de manera útil, sin complejos, sin pararse a pensar en ideologías trasnochadas ni en pasados remotos.  Es decir, con la sola idea de beneficiar a la ciudad que es lo mismo que beneficiarse a sí mismo.
¿Qué quiero decir con todo esto? Pues miren, mis queridos lectores, que sólo vale echar una miradita al presente que vive España y recapacitar con los cinco sentidos en el futuro político que se presenta ante nuestros ojos. Si Mariano Rajoy será nuestro presidente de Gobierno y si Javier Arenas suple a Griñán en la Junta de Andalucía, y si el PSOE pierde la Diputación y la Mancomunidad ¿qué futuro le espera a La Línea si no vota de manera inteligente al Partido Popular? No debemos caminar con el paso cambiado como algunas veces lo hicimos. En esta ocasión el voto últil debe imperar por encima de engañosos valores cautivos y poner de manifiesto de manera rotunda que el pragmatismo y la listeza deben estar encima de muchas mesas de colegios electorales para que en esta ocasión seamos útiles, sensatos y rápidos de reflejos.
La Línea se merece muchas cosas que le fueron “robadas” y que sólo con la mentalidad abierta a la solvencia bien utilizada mediante el voto últil podemos conseguir entre todos.


                                                           José Luis Iria Delgado