martes, 10 de mayo de 2011

LA HORA DE ALEJANDRO

En otro artículo anterior hablaba yo que había que ser inteligente a la hora de emitir el voto en las próximas elecciones municipales en La Línea de la Concepción. Me reitero en lo mismo. Solo me guía el cariño hacia mi ciudad, el pensamiento sincero y objetivo que ha llegado la hora de Alejandro Sánchez para gobernar con mayoría absoluta los destinos de la ciudad que lo vio nacer. ¿Por qué digo esto?. Pues porque el voto útil es la mejor fórmula para caminar de la mano de Rajoy desde Madrid y de Arenas desde Sevilla. ¿Hay otra fórmula más eficaz para buscar el futuro prometedor?. Yo creo que no.
Alejandro ha heredado un sinfín de problemas de difícil solución: una ciudad con muy pocos recursos económicos, casi sin término municipal (Y el que posee se encarga Aldepama y su grupo de “colaboradores” de arrebatar con plegarias inconsecuentes) y junto a Gibraltar que sigue siendo la gran fábrica de La Línea para desgracia de todos los gobiernos que no han sabido paliar este problema, eso sí, de difícil solución.
La herencia que ha recabado el alcalde no es un dulce, sino un dardo envenenado. Las nóminas no se pueden pagar en su momento, los proveedores aguardan recibir el total de sus facturas y en la ciudad no se pueden acometer obras por la falta de presupuesto para adecentarla debidamente.
¿Qué puede hacer un alcalde ante un panorama de esta magnitud?. Simplemente trabajar mucho, entregarse a la causa y pedir con insistencia que se devuelva a La Línea la carta económica especial y procurar, mediante la tasa o peaje –como mejor quieran llamarle- buscar senderos de financiación para fortalecer las arcas municipales.
El día 22 de mayo es la fecha clave para emitir un voto valiosísimo. Yo conozco a Alejandro, -el alcalde de todos los linenses- desde hace muchos años. Le puse a hacer radio cuando era muy pequeño de tan solo diez años y pude comprobar que tenía madera de buen  comunicador: tenía madera de político aventajado porque su mensaje era el de un linense de pro con una futura preparación como así ha sido. Tiene tablas para la política, pero sobre todo tiene cariño por su ciudad. Repito, el 22 de mayo es la hora de Alejandro, pero sobre todo es la hora de todos los linenses para hallar el futuro que nos corresponde de buena ley.